En nuestro país hemos vivido alternancia en los gobiernos, ha habido cambios en las formas de gobernar y en muchos casos nuevos modelos de país, pero todas esas formas de gobierno y todos esos modelos de país se han basado históricamente en el régimen político establecido en nuestro sistema democrático.
Este sistema democrático de gobierno en México determina que el poder público reside en el pueblo y que quienes son ciudadanos y ciudadanas participan en las decisiones políticas con sus votos, pero también, que pueden expresar sus opiniones libremente. Así está establecido en nuestra ley máxima: la Constitución.
Como también está establecida la voluntad del pueblo mexicano de instituir un Estado de Derecho, democrático, social y laico, organizado en una República, representativa y federal, y para evitar la concentración del poder y garantizar el equilibrio en su ejercicio, dividido en tres Poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, autónomos entre sí. Incluso nuestra Constitución va más allá, señala que la democracia no sólo es una estructura jurídica y un régimen político sino también “un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo.”
Sin embargo, durante este sexenio este sistema democrático se ha visto trastocado, se ha pretendido concentrar el poder en manos de una sola persona que quiere ejercerlo sin ningún control. Hemos visto cómo lo ha ido concentrando intentando acabar con la división de Poderes y con las instituciones del Estado mexicano y hemos visto también un “odio patológico” hacia las personas y grupos de la sociedad civil que visibilizan las constantes violaciones a nuestra Constitución y a las leyes secundarias que de ella emanan. Y entonces surge la confusión, las mentiras y también las contradicciones; ya que en esta elección la propuesta de la candidata oficial es la continuidad.
Qué pasa entonces, si la propuesta es la continuidad entonces nos proponen ¿continuar con la destrucción de instituciones, del organismo electoral, de los órganos autónomos, de programas sociales que beneficiaban a grandes grupos de la población como somos las mujeres; peor aún, la propuesta es ¿continuar trastocando hasta destruir nuestro sistema democrático y nuestro régimen político?
La necesidad de hacer cambios urgentes a las graves problemáticas que se profundizaron en este sexenio está a la vista de todas y de todos. Imposible continuar con esta forma de gobierno y modelo de país de este gobierno.
Queremos un sistema de salud que resuelva las carencias ya que en este sexenio ha sido fallido. Queremos que realmente se apoye a quienes siguen viviendo en pobreza extrema. Queremos que México y las familias mexicanas progresen. Queremos que se erradiquen las deficiencias en el sistema educativo y haya coordinación entre sus autoridades ya que esto ha hecho inoperante y fracasada su reforma educativa presentada al inicio de este sexenio. Queremos que se retomen los programas a favor de los productores y las productoras del campo mexicano. Queremos un nuevo sistema de seguridad que detenga el número de personas asesinadas (más de 154 mil en lo que va de este sexenio) y desaparecidas (más de 44 mil personas) en México. Queremos que se nos retire del deshonroso tercer lugar de entre 193 países alcanzado en el Índice Global del Crimen Organizado (2023). Queremos transparencia y Rendición de Cuentas. Queremos procesos electorales en paz y con libertad. Queremos vivir en un Estado de Derecho. Queremos seguir fortaleciendo la democracia bajo los principios de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, transparencia, objetividad. Queremos un gobierno que respete el sistema democrático y el régimen político instituido por el pueblo de México.
Faltan 41 días para la elección y de todo esto se trata nuestra decisión.
Todas, todos a votar el 2 de junio.
@rgolmedo
Palabra de Mujer Atlixco
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